Asia emprendió un buen negocio con los europeos , intercambiando al gato con finas sedas y asi el gato llega a china y los primeros gatos que fueron encontrados eran de la dinastia Han, alrededor de 1000ac.
Los gatos llegaron a Japón en el siglo VI.
El 19 septiembre de 999, fecha del aniversario del emperador Ichijo, le regalaron un gato por sus trece años. La imagen del gato en Japón comenzó a evolucionar ,aveces era considerado portador de buena suerte por su pelaje de concha de tortuga y otras veces maléfico por su cola ahorquillada .El éxito del gato es tan importante en el país que una ley del siglo XVIII prohibió el encarcelamiento y el comercio del animal.
Algunas historias cuentan que los japoneses mimaban tanto a sus gatos que éstos dejaron de cazar ratones, hasta tal punto que los japoneses tuvieron que pintar gatos en las paredes de sus casas para cazar a los roedores.
El gato es bien representado en el arte japonés, primero bajo el trazo de una concha de tortuga blanca, y después cada vez más los dibujaban como gatos blancos sin cola: el bobtail japonés. Hubo grandes pintores ilustres en la representación de gatos, como Utagawa Hiroshige o Utagawa Kuniyoshi.
Se relaciona siempre a los gatos con las mujeres hermosas, relación que se encuentra en poemas japoneses, donde el gato está muy asociado a la gracia de la mujer. Símbolo de la sensualidad y del deseo, el gato representa igualmente el encanto de la decadencia. Sin embargo, existe también una versión sombría del gato, resultado de la tradición popular. Por ejemplo Aïnous, el gato resucitado, el gato nacido de las cenizas de un monstruo, y el de Okabe, de dos colas.
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